¿Y haces a los hombres como los peces del mar, como reptiles, que no tienen señor sobre ellos?

Y haces a los hombres como los peces , es decir, y así, al permitir que los opresores queden impunes, sin defensor. Todos pueden pescar en el mar con impunidad; así los caldeos con impunidad afligen a tu pueblo, pues éstos ya no tienen al Dios de la teocracia, su Rey, para defenderlos. Reduces a los hombres a tal estado de anarquía, dejando impune el mal, como si no hubiera Dios. Compara el mundo con el mar; hombres a pescar; Nabucodonosor a un pescador ( Habacuc 1:15 ).

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