El Espíritu Santo es dado por las manos de Pablo: los judíos blasfeman su doctrina, que es confirmada por milagros. Los exorcistas judíos son golpeados por el hombre poseído por el espíritu maligno. Los libros mágicos se queman. Demetrio, por amor a la ganancia, levanta un alboroto contra Pablo, que es apaciguado por el secretario del pueblo.

Anno Domini 57.

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