Paul extendió la mano, - Elsner demuestra que en aquel tiempo se estimaba que era una expresión muy decente de seriedad en alguien que hablaba en público; aunque algunos de los oradores griegos más ilustres de épocas anteriores, como Pericles, Temístocles, Arístides, consideraron una cuestión de modestia evitarlo. Pero este fue el efecto de un sabor falso; y es cierto que el príncipe de los oradores, Demóstenes, solía utilizar este gesto.

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