Y pondré a los egipcios contra los egipcios: dos desgracias principales de Egipto, de las cuales dependen el resto, se relatan en esta profecía; el primero, una guerra civil que surgirá en Egipto, con sus consecuencias; Isaías 19:2 . El otro, la opresión de Egipto por parte de algún príncipe o príncipes poderosos. En lugar de reino contra reino, la LXX decía, provincia contra provincia, νομος επι νομον, Egipto dividido en nomoi,prefecturas o provincias. Vitringa y otros aplican esto al tiempo del reinado de los doce reyes, la anarquía que precedió y las guerras civiles que siguieron; donde Psammiticus prevaleció sobre el resto: pero quizás pueda aplicarse más apropiadamente a lo que concuerda mejor en el tiempo con otras partes de la profecía; las guerras civiles entre Apries y Amasis, en el momento de la invasión de Nabucodonosor; y las guerras civiles entre Tachos, Nectanebus y Mendesian, un poco antes de que el país fuera finalmente sometido por Ochus.

No es de extrañar que, como consecuencia de distracciones y angustias como éstas, los egipcios, siendo naturalmente un pueblo cobarde, se vean privados de consejo; y que el espíritu de Egipto decayera en medio de él; y eso, siendo también un pueblo muy supersticioso; deben buscar a sus ídolos, etc. un ejemplo notable del cual, con respecto a Psammiticus, nos lo dice Herodoto, lib, 2: p. 169. Véase Bishop Newton y Vitringa como antes.

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