Y sucederá en ese día : la segunda parte de este discurso contiene el alivio de la calamidad decretada sobre Tiro. En estos versículos el profeta nos informa, primero, que Dios circunscribiría dentro de ciertos límites su severidad a Tiro, y dentro de setenta años la restauraría a su estado anterior; y luego, en segundo lugar, en el versículo 18, presagia que con el tiempo los tirios se convertirían a la religión verdadera. El primer particular se relaciona, primero literalmente y luego figurativamente. Según los días de un rey o reino,significa la monarquía babilónica, que continuaría setenta años. Tiro está representado bajo la imagen de una ramera; y de allí se toman prestadas estas cifras: el significado claro del versículo es que ella debería permanecer descuidada por los comerciantes y comerciantes durante setenta años, mientras duró el imperio babilónico, y después de eso debería recuperar sus libertades y su comercio, y atraer a varias de todas las naciones para tratar con ella; y en particular a los reyes de la tierra para comprar sus púrpuras, que eran usados ​​principalmente por emperadores y reyes, y por los que Tiro era famoso sobre todos los lugares del mundo.

Setenta años fue el tiempo prefijado para la duración del imperio babilónico. Durante tanto tiempo las naciones debían gemir bajo ese yugo tiránico: en consecuencia, al final de ese período, Ciro y los persas subvirtieron ese imperio y restauraron a las naciones conquistadas a sus libertades. Estos setenta años también pueden computarse de esta manera: Nabucodonosor tomó Tiro en el año 32 de su reinado, y en el año antes de Cristo 573. Setenta añosa partir de ese momento, lo reducirá al año 503 antes de Cristo, y al 19 de Darius Hystaspis. En ese período, como se desprende de la historia, los jonios se habían rebelado contra Darío y los fenicios lo ayudaron con su flota; y, en consecuencia, es razonable concluir que ahora fueron restaurados a sus antiguos privilegios. En el reinado siguiente, encontramos que ellos, junto con los sidonios, proporcionaron a Jerjes varios barcos para su expedición a Grecia; y en la época de Alejandro, los tirios habían alcanzado tal poder y grandeza, que detuvieron el avance de ese rápido conquistador más tiempo que cualquier otra parte del imperio persa. Todo esto, sin embargo, debe entenderse de la Tiro insular; porque así como la ciudad vieja floreció más antes de la época de Nabucodonosor, la nueva floreció más después; y esta es la Tiro que en adelante es tan celebrada en la historia. Obispo Newton y Vitringa.

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