En el tipo de un cinto de lino, escondido en el Éufrates, Dios prefigura la destrucción de su pueblo. Bajo la parábola de los odres llenos de vino, predice su embriaguez en la miseria: exhorta a prevenir sus futuros juicios; él muestra que sus abominaciones son la causa de ello.

Antes de Cristo 602.

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