Los príncipes entraron y se sentaron en la puerta del medio, la puerta entre la muralla que rodeaba la ciudad y la que rodeaba el templo. Entre los caldeos era costumbre dar los nombres de sus ídolos, como título adicional o marca de honor a las personas distinguidas. Podemos traducir los nombres así: Nergal-Sharezer, guardián del templo de Nebo; Sarsechim, príncipe de los eunucos; Nergal-Sharezer, príncipe de los magos, etc.

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