Sin duda será del Señor; y lo ofreceré en holocausto; será consagrado al Señor, o lo ofreceré, etc. La tierra del agua.

Es muy evidente que esta traducción del Dr. Waterland debe ser correcta; porque era imposible que Jefté tuviera la intención de ofrecer en holocausto todo lo que saliera por las puertas de su casa para recibirlo, ya que era posible que se hubiera encontrado con varias cosas que sería sacrílego para él tener ofrecido al Señor; y, de hecho, el evento prueba suficientemente la propiedad de esta interpretación, ya que se encontró con lo que ningún voto, por solemne que fuera, podría justificar su ofrenda.

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