Y desollarles la piel de ellos. Quienes, cuando les hayas desollado la piel y les hayas roto los huesos, arrojen su carne como en una olla o caldero. Estas son expresiones hiperbólicas, para exponer la codicia y crueldad de los príncipes de Israel, quienes, como pastores antinaturales, actuaron como lobos con sus rebaños.

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