¿Debería huir un hombre como yo? & c.— Hay algo muy significativo, además de magnánimo, en estas palabras de Nehemías. ¿Debería huir un hombre como yo? Yo, el gobernador en jefe; de cuya presencia, consejo y conducta depende en gran medida la vida y el ser de toda la ciudad y la nación: yo, que he profesado tal resolución, valor y constancia en Dios; yo, que he tenido tal evidente experiencia de la ayuda poderosa y llena de gracia de Dios; de que me llamara a este empleo y me ayudara a superarlo, cuando el peligro era mayor que ahora; ¿Deshonraré a Dios y a la religión, y traicionaré al pueblo y a la ciudad de Dios con mi pusilanimidad? ¡Dios no lo quiera!

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