Donde no hay bueyes— Este versículo contiene una amonestación para el hombre sin puertas; como el primero para la mujer de dentro; que no descuide su ganadería, de la cual, es bien sabido, los bueyes eran los principales instrumentos, que no sólo se empleaban en ese país para arar la tierra y llevar la cosecha a casa, sino también para trillar el maíz.

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