La luz de los ojos alegra el corazón; la luz de los ojos refresca la mente; un buen informe la médula de los huesos. Houbigant. De la misma manera que la luz sensible alegra un ojo sano y difunde su placer por toda el alma, una buena reputación da placer y contribuye a la salud del cuerpo. El sabio aconseja con frecuencia a su discípulo por una buena reputación. A menudo le propone motivos humanos para inclinarlo a la virtud y a su propio bien.

Pero es sólo la gracia la que eleva el alma a sentimientos más elevados y a los motivos más puros y sagrados. Ver el cap. Proverbios 10:7 Proverbios 22:1 y Calmet.

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