No es bueno comer mucha miel — Ver Proverbios 25:16 e Isaías 7:15 . Aunque la miel es deliciosa para el paladar oriental, a veces se ha pensado que producía efectos terribles. Así Sanutus en la Gesta Dei per Francos, nos informa, que los ingleses que asistieron a Eduardo I a Tierra Santa murieron en gran número, cuando marcharon en junio para demoler un lugar; que él atribuye a los calores excesivos ya su inmoderado consumo de frutas y miel. Esto, quizás, puede darnos el pensamiento de Salomón, contenido en este versículo. Lo tenía antes en Proverbios 25:17mencionó que un exceso en el consumo de miel ocasionaba náuseas y vómitos; pero si a veces se pensó que producía efectos mortales, hay una mayor energía en la instrucción.

Sea como fuere, esta circunstancia parece ilustrar el pasaje profético en el que se habla de un libro dulce en la boca como un bocado de miel, pero que después de caer produce dolor, amargo como esos quejidos que el ejército de Coeur-de-Lion sintió en Tierra Santa, de comer miel al exceso; porque de los desórdenes que son los efectos comunes de la intemperancia con respecto a la fruta en esos climas, Sanutus parece estar hablando; y es bien sabido que el flujo de sangre, acompañado de dolores punzantes, es la gran dolencia. Ver las Observaciones, p. 160.

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