Porque he comido ceniza: La serpiente del Génesis está condenada a andar sobre su vientre ya comer polvo, al que inevitablemente lo somete su postura tendida. Arrojarse cenizas sobre sí mismos, o revolcarse en cenizas, era una ceremonia para expresar profunda angustia y dolor entre los orientales; y si podemos suponer que el salmista yacía postrado en el suelo en su dolor, se podría decir literalmente que come cenizas, así como se dice que la serpiente come polvo; y su aflicción debe agravarse mucho en nuestras ideas por una imagen como ésta. Ver a Boch. Hieroz. Salmo 50:4 : Salmo 100:2 .

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