Aullido, abeto — Oh abeto; porque el cedro ha caído, porque, etc. Aullad, encinas de Basán, porque el bosque protegido ha sido derribado. Houbigant. Cuando cualquier apólogo o fábula llegaba a ser célebre por el arte y la belleza de su composición, o por alguna extraordinaria eficacia en su aplicación, pronto se convertía y se usaba en proverbio. Tenemos un buen ejemplo de esto en el mensaje de Jehová a Amasías, Éxodo 14:9 donde vemos claramente que el apólogo satírico de Jotam del cardo y el cedro se convirtió entonces en un proverbio. Del mismo género es este del profeta, Aullido, oh abeto, etc. para denotar el peligro de la gente inferior, cuando sus superiores no pueden resistir la tempestad. Ver Div. Pierna. B. 4: secta. 4.

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