No hace tal cosa. Este es el tercer caso: el del hijo justo de un padre inicuo. El principio general es el mismo, que cada hombre debe ser juzgado de acuerdo con su propio carácter individual. El hijo del justo tiene ventajas, y el hijo del impío tiene obstáculos en el camino de la justicia que no se especifican aquí, aunque en otros lugares se nos enseña abundantemente que la responsabilidad está directamente relacionada con el privilegio; pero aquí el objeto es sólo exponer de la manera más clara, y aparte de cualquier otra cuestión, el hecho único de la responsabilidad individual. En cada caso, los ejemplos particulares de pecado son algo variados, para mostrar que se mencionan sólo como ejemplos, a fin de exponer más claramente el principio general.

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