Y Pedro le respondió. - La palabra no implica necesariamente un interrogatorio previo, pero es bastante probable que ella viniera a preguntar por qué su esposo no había regresado a casa; tal vez, esperando encontrarlo en un alto nivel de honor. La pregunta de Pedro le dio una oportunidad para el arrepentimiento. Había estado en su poder salvar a su marido con una palabra de protesta y advertencia. Ahora estaba en su poder limpiar su propia conciencia mediante la confesión. Pierde una oportunidad porque había aprovechado mal la otra. La mentira en la que se habían puesto de acuerdo sale con ligereza de sus labios y se pronuncia la palabra irrevocable.

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