El que anda en rectitud ... - La respuesta a la pregunta muestra que las palabras no apuntan a castigos sin fin, sino a la infinita santidad de Dios. El hombre que es verdadero y justo en todos sus tratos puede vivir en la comunión más cercana con esa santidad que es para los demás como un fuego consumidor. Para él es una protección y defensa, una “fortaleza de roca”, en la que puede vivir con seguridad, donde encontrará todo lo que necesita para el sustento del alma y el cuerpo, el pan y el agua de la vida. La imagen del justo es en parte un eco, probablemente un eco consciente, de los Salmos 15, 24.

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