Por mi propio bien ... - Las palabras exponen, por así decirlo, los dos motivos de la acción de Jehová: “por su propio bien”, como afirmación de su majestad contra la blasfemia de los asirios; por "causa de David", como recordando la promesa que se le hizo, mostrando, en el espíritu del segundo mandamiento, que las influencias buenas y malas de los hombres sobreviven, y que una generación posterior puede beneficiarse del bien que fue en su predecesor, además de sufrir por su culpa.

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