Porque defenderé esta ciudad - A pesar de todo lo que Ezequías había hecho para ponerlo en una postura de defensa (2 Crónicas 32:1, sigue) solo Yahweh podía preservarlo.

Por mi propio bien - Dios había sido reprochado y blasfemado por Senaquerib. Como su nombre y poder habían sido blasfemados, dice que se reivindicaría, y por el honor de su propia majestad insultada salvaría la ciudad.

Y por el bien de mi siervo David - Debido a la promesa que le había hecho de que no fallaría un hombre para sentarse en su trono, y que el La ciudad y la nación no deben ser destruidas hasta que aparezca el Mesías (ver Salmo 132:10).

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