XXII.

(1) Entonces respondió Elifaz. - Elifaz procede a responder en un tono mucho más exagerado y ofensivo del que ha adoptado hasta ahora, acusando a Job de crímenes definidos y específicos. Comienza afirmando que el juicio de Dios no puede ser más que desinteresado, que si, por tanto, recompensa o castiga, no puede haber nada personal en él.

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