Ni profanará su simiente. - Mejor, y no profanará; es decir, no debe contraer ninguno de estos matrimonios prohibidos, no sea que por ello degrade a su descendencia, ya que los hijos de tal descendencia, así como su madre, fueron privados de los privilegios del sacerdocio y no se les permitió participar. de aquellas porciones de los sacrificios que formaban las gratificaciones de los sacerdotes oficiantes.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad