Junto a él. - De su mano, la frase habitual a lo largo del capítulo, indicando el orden del edificio, que, sin embargo, implica cierta dificultad hacia el cierre. La frase, tal como se usó por primera vez, honra al sumo sacerdote, que se supone que presidió únicamente el ceremonial religioso.

Los hombres de Jericó. - En el punto, se observará, frente a su propia ciudad.

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