La quinta vez con una carta abierta en la mano. - Cuatro veces se esfuerzan por inducir a Nehemías a encontrarse con ellos, bajo diversos pretextos, con la intención de hacerle daño personal. Cada vez su respuesta fue en el sentido de que estaba terminando su propio trabajo, no sin un toque de ironía. Esta respuesta tiene una aplicación universal, que los predicadores han sabido utilizar. En la quinta carta se cambia la táctica: la bolsa de seda que contenía la misiva no estaba sellada, y se esperaba que Nehemías se alarmara al pensar que la gente había leído su contenido.

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