Acuéstelos. - Con el amanecer todo cambia. Los animales salvajes, con sus instintos salvajes, ceden el paso al hombre con sus hábitos ordenados y deberes dispuestos. La maldición del trabajo, sobre la que se basa el relato del Génesis, está aquí completamente fuera de la vista, y en su lugar aparece la "poesía del trabajo". Y si todo sentido de la maldición primordial ha desaparecido, la maldición posterior, que pesa tanto sobre las generaciones modernas de hombres con exceso de trabajo,

"Que hacen gemidos perpetuos,
aún arrojados de un trabajo a otro",

no ha aparecido. El día trae solo un trabajo saludable y la tarde un feliz descanso.

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