Descansa ... - ¡Mejor, silencio! ¡Estate quieto! Ver margen. El buen hombre, al ver el mérito sin recompensa y la maldad, por otro lado, constantemente exitoso, está tentado a quejarse. Para un eco posterior del pensamiento del poeta, irradiado por la esperanza cristiana, podemos recurrir a la conocida "Queja" de Coleridge y su "reproche".

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