VI .

El final de este lastimoso poema parece pertenecer a una situación diferente a la del principio. Al principio suena como una voz proveniente de un lecho de enfermedad, de una enfermedad que probablemente terminará fatalmente. Pero en Salmo 6:8 el tono cambia. Ya no oímos hablar de enfermedades; sino de enemigos y de hombres malvados, y la oración da lugar al desvío y al triunfo.

¿Pueden entonces los sufrimientos descritos en la primera parte ser del alma en lugar del cuerpo? En cualquier otra literatura que no sea hebrea deberíamos responder negativamente. Pero con pasajes como Isaías 1:5 ante nosotros, sentimos que ninguna imagen de dolor físico y enfermedad es demasiado vívida o demasiado personal para expresar la maldad moral. Por tanto, con razón la Iglesia ha hecho de éste el primero de los salmos penitenciales.

Como la personalidad del escritor se fusiona así, no es necesario que intentemos recuperarla. Quizás él pretendía que no solo se fusionara, sino que se perdiera en la aplicación colectiva a los fieles que sufren en Israel. El período del exilio se adapta mejor a esta confesión de pecado nacional. El ritmo es fino y bien sostenido.

Título. Para músico principal y Neginoth, ver la introducción a Salmo 4 “Sobre Sheminith”, heb., Sobre el Shemînîth, comp. título de Salmo 12 Margin, en el octavo, que se ha entendido de manera muy diversa, y todavía espera una explicación satisfactoria.

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