Versículo 27. Y el corazón de estos dos reyes será para hacer daño. Es decir, Antíoco, y Ptolomeo Filómetro, que era sobrino del primero, y cuyo interés ahora pretendía tener muy en cuenta, ya que los alejandrinos habían renunciado a su lealtad a él, y puesto a su hermano menor Euergetes en el trono. Cuando Antíoco llegó a Menfis, él y Filometer tenían frecuentes conferencias en la misma mesa; y en estas ocasiones hablaban mentiras el uno al otro, Antíoco profesando gran amistad a su sobrino y preocupación por sus intereses, pero en su corazón diseñando arruinar el reino fomentando las discordias que ya subsistían entre los dos hermanos. Por otra parte, Filomeo profesaba mucha gratitud a su tío por el interés que se tomaba en sus asuntos, y echaba la culpa de la guerra a su ministro Euleo; mientras que al mismo tiempo hablaba mentiras, decidiendo cuanto antes acomodar las cosas con su hermano, y unir todas sus fuerzas contra su engañoso tío.

Pero no prosperará. Ni tuvo éxito en su objeto; porque aún no había llegado el fin del tiempo señalado.

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