Verso 16. La sabiduría del pobre es despreciada, y sus palabras no son escuchadas. No puedo evitar llevar esta ilustración un poco más lejos. El soldado que encontró a Arquímedes muy ocupado dibujando figuras en la arena, le hizo una pregunta impertinente, inmiscuyéndose groseramente en sus operaciones. A lo que este maravilloso matemático respondió: "Apártate, soldado, y no estropees mi diagrama"; en el que el salvaje sangriento lo mató!

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