Verso Éxodo 12:40Ahora, la estancia de los hijos de Israel...  Se permite que la declaración en este versículo sea extremadamente difícil, y por lo tanto, el pasaje tiene especial necesidad de ilustración. "Que los descendientes de Israel no habitaron 430 años en Egipto", dice el Dr. Kennicott, "puede demostrarse fácilmente, y se ha demostrado a menudo. Por lo tanto, algunos imaginan que por Egipto aquí, tanto él como Canaán deben entenderse. Pero esto Una mayor latitud de lugar no resolverá la dificultad, ya que los israelitas, incluido Israel su padre, no residieron 430 años en ambos países antes de su salida de Egipto. Otros, conscientes de la deficiencia que aún queda, no solo tendrían Egipto en el texto para significarlo y Canaán, pero con una figura más completa, los hijos de Israel significarían los hijos de Israel, e Israel su padre, e Isaac el padre de Israel, y parte de la vida de Abraham, el padre de Isaac.

"Así, ciertamente", dice el Dr. Kennicott, "llegamos a la suma exacta, y por este método de cálculo podríamos llegar a cualquier cosa menos a la verdad, que podemos suponer que nunca fue transmitida así por un escritor inspirado". Pero, ¿se puede eliminar la dificultad sin recurrir a cambios tan absurdos? Ciertamente puede. El Pentateuco Samaritano, en todos sus manuscritos y copias impresas, lee el lugar así:

[Samaritano]

Umoshab beney Israel veabotham asher yashebu baarets Cenaan, ubaarets mitsraim sheloshim shanah vearba meoth shanah.

"La estancia de los hijos de Israel y de sus padres, que habitaron en la tierra de Canaán y en la tierra de Egipto, fue de 430 años". Esta misma suma la da San Pablo, Gálatas 3:17, quien cuenta de la promesa hecha a Abraham, cuando Dios le ordenó ir a Canaán, a la entrega de la ley, que pronto siguió a la salida de Egipto y esta cronología del apóstol es concordante con el Pentateuco samaritano, que, al preservar los dos pasajes, ellos y sus padres, y en la tierra de Canaán, que se han perdido de las copias actuales del texto hebreo, ha rescatado este pasaje de toda oscuridad y contradicción. Puede ser necesario observar que la copia alejandrina de la Septuaginta tiene la misma lectura que la del Samaritano. Muchos eruditos permiten que el Pentateuco samaritano exhiba la copia más correcta de los cinco libros de Moisés; y también debe permitirse que la copia alejandrina de la Septuaginta sea una de las copias más auténticas y más antiguas de esta versión que poseemos. En cuanto a San Pablo, nadie disputará la autenticidad de su declaración; y así, en boca de estos tres respetables testigos, todo el relato queda indudablemente establecido. Que estos tres testigos tienen la verdad, la cronología misma prueba: porque desde la entrada de Abraham en Canaán hasta el nacimiento de Isaac pasaron 25 años, Génesis 12: 4; Génesis 17: 1; Isaac tenía 60 años cuando nació Jacob, Génesis 25:26; y Jacob tenía 130 años cuando descendió a Egipto, Génesis 47: 9; que las tres sumas hacen 215 años. Y luego Jacob y sus hijos habiendo continuado en Egipto 215 años más, la suma total de 430 años se completa regularmente. Vea la disertación de Kennicott sobre el texto hebreo.

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