Versículo Josué 5:8 . Se quedaron - en el campamento, hasta que estuvieron completos.  Esto requirió varios días; ver las notas sobre Génesis 34:24-1 .Sir J. Chardin nos informa de que cuando los adultos son circuncidados se ven obligados a guardar la cama durante unas tres semanas, o al menos durante ese tiempo no pueden caminar sino con gran dificultad. Este relato lo obtuvo de varios renegados, que habían recibido la circuncisión entre los mahometanos. ¿No es extraño que durante este tiempo no fueran atacados por los habitantes de la tierra, y destruidos por completo, lo que podría haberse efectuado fácilmente? Véase el caso de los pobres de Siquem, tal como se relata en Génesis 34:24-1 , con las notas que allí figuran. Josué, como hábil general, percibiría de inmediato que esta misma medida debía exponer a todo su ejército al peligro de ser totalmente aniquilado; pero sabía que DIOS no podía equivocarse, y que era su deber obedecer; por lo tanto, en los mismos dientes de sus enemigos, redujo la mayor parte de su ejército a un estado de total impotencia, confiando simplemente en la protección del brazo de Jehová. La continuación muestra que su confianza no estaba equivocada; durante todo el tiempo Dios no permitió que ninguno de sus enemigos los perturbara. El camino del deber es el camino de la seguridad; y es imposible que un alma sea herida mientras camina por el camino de la obediencia. Pero ¿por qué no les ordenó Dios que se circuncidaran mientras estaban en el lado oriental del Jordán en un estado de gran seguridad? Porque eligió ponerlos en apuros y dificultades donde ningún otro consejo o poder que el suyo podría dirigirlos y salvarlos infaliblemente; y esto lo hizo para que vieran que la excelencia del poder era de Dios, y no del hombre. Por la misma razón les hizo pasar el Jordán en el momento en que se desbordaba, y no en el momento en que estaba bajo y era fácilmente vadeable, para tener la mejor oportunidad de mostrarles que estaban bajo su cuidado y protección inmediatos; y convencerlos de su poder omnipotente, para que confiaran en él para siempre, y no temieran la fuerza de ningún adversario. En ambos casos, ¡qué evidentes son la sabiduría, el poder y la bondad de Dios!

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