Verso Levítico 10:19. Y tales cosas me han sucedido.  La excusa que pone Aarón para no comer la ofrenda por el pecado según la ley es a la vez apropiada y digna, como si hubiera dicho: "Ciertamente Dios me ha ordenado comer de la ofrenda por el pecado; pero cuando me han sucedido cosas como éstas, ¿podría ser bueno a los ojos del Señor? ¿No espera él que yo me sienta como un padre en circunstancias tan aflictivas?" Con esta animada respuesta Moisés quedó satisfecho; y Dios, que conocía su situación, no reparó en la irregularidad que había tenido lugar en el servicio solemne. A la naturaleza humana Dios le ha dado el privilegio de llorar en tiempos de aflicción y angustia. En su infinita bondad ha ordenado que las lágrimas, que no son más que evidencias externas de nuestro dolor, sean las salidas de nuestras penas, y tiendan a agotar la causa de la que brotan. Ver en " Levítico 10:3 " .

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