Verso Mateo 21:24. También te preguntaré una cosa...  Nuestro Señor ciertamente no tenía la obligación de responder a su pregunta: ya les había dado pruebas de su misión divina que no podrían ser superadas, en los milagros que obró ante sus ojos y ante toda Judea; y, como no lo acreditarían con esta evidencia, habría sido en vano esperar que lo reconocieran en cualquier profesión que hiciera.

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