CAPÍTULO XXII

Los rubenitas y gaditas le piden a Moisés que les dé su

heredad de este lado del Jordán , 1-5.

Moisés les reprocha y los reprende , 6-15.

Se explican y proponen condiciones con las que

Moisés queda satisfecho: deben edificar ciudades para sus mujeres y

niños, y majadas para sus ganados, y después pasarán el Jordán armados

con las otras tribus, y pelearán contra sus enemigos hasta que 

la tierra esté sometida; después de lo cual han de volver , 16-27.

Moisés propone el negocio a Eleazar, Josué y los ancianos ,

28-30.

Los gaditas y los rubenitas prometen una fiel observancia de las

condiciones , 31, 32;

en que Moisés les asigna, y la media tribu de Manasés ,

el reino de Sehón, rey de los amorreos, y el reino de

Og, rey de Basán , 33.

Las ciudades edificadas por los gaditas , 34-36.

Las ciudades edificadas por los rubenitas , 37, 38.

Los hijos de Maquir, hijo de Manasés, expulsan a los amorreos

de Galaad , 39,

Moisés les concede esa tierra , 40.

Jair, hijo de Manasés, toma las pequeñas ciudades de Galaad , 41.

Y Noba toma Kenat y sus aldeas , 42.

NOTAS SOBRE EL CAP. XXII

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