Agradezco a mi Dios, hablo con lenguas más que ustedes. Esto dice que el apóstol dice, para observarles que no desprecio hablando con lenguas: ni se esforzó por golpearlos, y disuadirlos de desearlos, o envidiarlos a tenerlos, porque él mismo era indigente; porque tenía este regalo de una manera muy eminente, y a menudo lo hicieron uso, y con frecuencia estaba bajo una necesidad de hacerlo; Podía hablar con más lenguas que cualquiera de aquellas que las tenían, y los hablaban a menudo que lo hicieron; tener ocasión para ellos a través de su viaje a diferentes países, y predicando el Evangelio a personas de los diferentes idiomas; Y esto menciona que tampoco se menciona de manera jacta, sino en gran humildad, dando gracias a Dios, y lo reconoce para ser el autor de este regalo.

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