así que hervimos a mi hijo, e lo comimos ,. Así, lo que se predijo, a modo de amenazar, comenzó a lograrlo, Deuteronomio 28:53,.

Deuteronomio 28:53, y de los cuales hubo otros casos de un tipo similar en el sitio de Jerusalén, tanto por Nabucodonosor como por Vespasian:

y le dije al día siguiente ; Después de que su hijo se había comido totalmente:

Dale a tu hijo, que podamos comerlo ; según el acuerdo:

y ella ha ocultado a su hijo ; ya sea para salvarlo vivo, o para comerlo solo.

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