y Joseph conoció a sus hermanos, pero no lo sabían. siendo unos veintidós años desde que lo vieron, y luego era joven, y su barba no creció, ya que ahora era; Y además, estaba vestido como un príncipe, y habló la lengua egipcia; y estar en tanta grandeza y esplendor, y en tal poder y autoridad, y tener un jetún dicha que lo atendiera, nunca pensaron que, a quienes suponer que podrían estar muertos, que nunca habían oído hablar de él todo este tiempo; o, sin embargo, no podía entrar en su mente, que el que vendían para un esclavo podría ser gobernador de la tierra de Egipto.

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