1 Corintios 2:1

Y (1) yo, hermanos, cuando vine a ustedes, no vine con excelencia de habla ni de sabiduría, declarándoles el (a) testimonio de Dios. (1) Vuelve a ( 1 Corintios 1:17 ), es decir, a su propio ejemplo: confesando que no usó entre ellos ni la excelencia de palabras ni el habla seductora de la sabiduría... [ Seguir leyendo ]

1 Corintios 2:2

Porque yo (b) resolví no saber nada entre vosotros, excepto Jesucristo, y este crucificado. (b) No profesé ningún conocimiento sino el conocimiento de Cristo y de él crucificado.... [ Seguir leyendo ]

1 Corintios 2:3

Y estuve con ustedes en (c) debilidad, con miedo y con mucho temblor. (c) Contrasta la debilidad con la excelencia de las palabras y, por lo tanto, le une el miedo y el temblor, que son compañeros de la verdadera modestia, no el miedo y el temblor que atemorizan la conciencia, sino los que son cont... [ Seguir leyendo ]

1 Corintios 2:4

Y mi discurso y mi predicación no [fue] con palabras seductoras de sabiduría humana, (2) sino en (d) demostración del Espíritu y de poder: (2) Vuelve ahora a la alabanza de su ministerio, que había concedido a sus adversarios: porque su fuerza y ​​poder, que ellos conocían bastante bien, era mucho... [ Seguir leyendo ]

1 Corintios 2:5

(3) Para que vuestra fe no se base en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios. (3) Y les dice a los corintios que lo hizo por su gran provecho, porque por esto podrían saber claramente que el Evangelio era del cielo. Por eso los reprende en privado, porque en vano procurando hacerse n... [ Seguir leyendo ]

1 Corintios 2:6

(4) Sin embargo, hablamos sabiduría entre los que son (e) perfectos; sin embargo, no la sabiduría de este mundo, ni la de los (f) príncipes de este mundo, que se arruinan: (4) Otro argumento tomado de la naturaleza de la cosa, es decir, del Evangelio, que es verdadera sabiduría, pero conocida solo... [ Seguir leyendo ]

1 Corintios 2:7

(5) Pero hablamos la sabiduría de Dios en un (g) misterio, [sí] la [sabiduría] oculta, (6) que Dios ordenó antes del mundo para nuestra gloria: (5) Él muestra la razón por la cual esta sabiduría no puede ser percibida por esos excelentes intelectos mundanos: es decir, porque en verdad es tan profun... [ Seguir leyendo ]

1 Corintios 2:8

(7) Lo cual ninguno de los príncipes de este mundo conoció; porque si lo hubieran conocido, no habrían crucificado al (h) Señor de la gloria. (7) Quita otra objeción: ¿por qué entonces, cómo es que esta sabiduría fue tan rechazada por hombres de la más alta autoridad, que crucificaron a Cristo mism... [ Seguir leyendo ]

1 Corintios 2:9

(8) Pero como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, Ni han subido en corazón de hombre, Son las que Dios ha preparado para los que le aman. (8) Otra objeción: pero ¿cómo es posible que esos hombres inteligentes no puedan percibir esta sabiduría? Pablo responde: porque predicamos aquellas... [ Seguir leyendo ]

1 Corintios 2:10

(9) Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios. (9) Una pregunta: si sobrepasa la capacidad de los hombres, ¿cómo puede ser entendida por cualquier hombre, o cómo se puede declarar y predicar? Mediante una iluminación especial... [ Seguir leyendo ]

1 Corintios 2:11

(10) Porque, ¿qué hombre sabe las cosas del hombre, sino el (l) espíritu del hombre que está en él? así, nadie conoce las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios. (10) Lo expone en comparación, que habló por la inspiración del Espíritu. Así como el poder del intelecto del hombre escudriña las cosas... [ Seguir leyendo ]

1 Corintios 2:12

Ahora hemos recibido, no el (m) espíritu del mundo, sino el espíritu que es de Dios; (11) para que (n) conozcamos las cosas que Dios nos ha dado gratuitamente. (m) El Espíritu que hemos recibido no nos enseña cosas de este mundo, sino que nos eleva a Dios, y este versículo nos enseña lo contrario d... [ Seguir leyendo ]

1 Corintios 2:13

(12) lo cual también hablamos, no con palabras que enseña la sabiduría del hombre, sino con las que enseña el Espíritu Santo; (o) comparar las cosas espirituales con las espirituales. (12) Ahora vuelve a su propósito, y concluye el argumento que comenzó en el versículo seis ( 1 Corintios 2:6 ), y e... [ Seguir leyendo ]

1 Corintios 2:14

(13) Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura; ni las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente. (13) De nuevo anticipa una ofensa o un tropiezo: ¿cómo es posible que tan pocos permitan estas cosas? Esto no debe maravillars... [ Seguir leyendo ]

1 Corintios 2:15

(14) Pero el espiritual (r) juzga todas las cosas, sin embargo (15) él mismo no es juzgado por nadie. (14) Amplifica el asunto por los opuestos. (r) Comprende y discierne. (15) La sabiduría de la carne, dice Pablo, no determina nada con certeza, no en sus propios asuntos, mucho menos puede discer... [ Seguir leyendo ]

1 Corintios 2:16

(16) Porque ¿quién conoció la mente del Señor, para instruirle? Pero tenemos (u) la mente de Cristo. (16) Una razón del dicho anterior: porque se llama espiritual el que lo ha aprendido por el poder del Espíritu, que Cristo nos enseñó. Ahora bien, si lo que hemos aprendido de ese Maestro puede ser... [ Seguir leyendo ]

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