[Pero] si en algún momento dejáis de seguirme, vosotros o vuestros hijos, y (b) no guardan mis mandamientos [y] mis estatutos que he puesto delante de ustedes, sino que vayan y sirvan a otros dioses y los adóren;

(b) Dios declara que la desobediencia contra él es la causa de su disgusto y, por lo tanto, de toda miseria.

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