Y Elcana su marido le dijo: Haz lo que bien te parezca; quédate hasta que lo hayas destetado; sólo el SEÑOR confirma su (i) palabra. Entonces la mujer se quedó y le dio de mamar a su hijo hasta que lo destetó.

(i) Debido a que su oración surtió efecto, se le llamó la promesa del Señor.

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