Entonces Samuel tomó un frasco de aceite, lo derramó sobre su cabeza, lo besó y dijo: ¿No es porque el SEÑOR te ha ungido para ser príncipe de su heredad?

(a) En la Ley, esta unción significaba los dones del Espíritu Santo, que eran necesarios para los que gobernarían.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad