Y le dijeron: He aquí ahora hay cincuenta hombres fuertes con tus siervos; Te rogamos que vayan y busquen a tu señor; no sea que el Espíritu del SEÑOR lo lleve y lo arroje sobre algún monte o valle. Y él dijo: (l) No enviaréis.

(l) Debido a que el hecho era extraordinario, dudaban adónde había ido, pero a Eliseo se le aseguró que había sido llevado a Dios.

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