Y salió al manantial de las aguas, echó allí la sal, y dijo: Así ha dicho Jehová: Yo he sanado estas aguas; de allí no habrá más muerte ni tierra estéril.

(m) Así Dios le dio poder, incluso contrario a la naturaleza, para hacer rentable el agua para el uso del hombre, que antes era dañino.

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