Y le dijeron: He aquí ahora hay cincuenta hombres fuertes con tus siervos; Te rogamos que vayan y busquen a tu señor; no sea que el Espíritu del SEÑOR lo lleve y lo arroje sobre algún monte o valle. Y él dijo: No enviaréis.

Ver. 16. Y le dijeron: He aquí ahora, etc. ] No harían nada sin el consentimiento de Eliseo, a quien ahora consideraban su nuevo amo. Los padres papistas exigen la obediencia ciega de sus novicios; diciéndoles que si un ángel o la Santísima Virgen estaban hablando con ellos, y su superior, mientras tanto, los llamaba, ahora deben obedecer. Argumentar o debatir en su caso, dicen, era presunción: exigir una razón, orgullosa curiosidad: restar mérito o desobedecer, incumplimiento del voto equivalente a sacrilegio. Esta es la doctrina de Ignacio. Pero Eliseo dio a sus alumnos más libertad: para proponer y presionar su movimiento hasta que se avergonzara. 2 Reyes 2:17

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