Y sucedió que en el año treinta y siete de la cautividad de Joaquín rey de Judá, en el mes duodécimo, el día veintisiete del mes, Evilmerodac rey de Babilonia en el año que comenzó a reinar, levantó de la cárcel la cabeza de Joaquín, rey de Judá;

(n) Todo este tiempo estuvo él, su esposa y sus hijos en Babilonia, a quien el hijo de Nabucodonosor, después de la muerte de su padre, prefirió honrar: así, por la providencia de Dios, la descendencia de David fue preservada incluso para Cristo.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad