Y sus siervos se acercaron y le hablaron, y dijeron: (g) Padre mío, si el profeta te hubiera mandado hacer alguna gran cosa, ¿no la hubieras hecho? ¿Cuánto más, cuando te diga: Lávate y queda limpio?

(g) Esto declara que los siervos deben reverenciar y amar a sus amos como los hijos a sus padres, y asimismo los amos hacia sus siervos, deben ser afectuosos como hacia sus hijos.

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