Pero Naamán se enojó, y se fue, y dijo: He aquí, pensé: Ciertamente saldrá a mí, y se parará, e invocará el nombre de Jehová su Dios, y golpeará con su mano el lugar, y curar al leproso.

(f) La razón del hombre murmura cuando considera solo los signos y las cosas externas, y no tiene en cuenta la palabra de Dios, que allí se contiene.

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