Entonces Abner se enojó mucho por las palabras de Is-boset, y dijo: Soy yo una cabeza de perro, que contra Judá muestre hoy misericordia a la casa de Saúl tu padre, a sus hermanos y a sus amigos, ¿Y no te entregué en mano de David, para que hoy me culpes por culpa de esta mujer?

(d) ¿No me estimas más que a un perro, por todo el servicio que he prestado a la casa de tu padre?

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