Mi amado es como un corzo o un ciervo; he aquí, él (e) está detrás de nuestra pared, mira por las ventanas, se mira a sí mismo a través de la (f) celosía.

(e) Porque como su divinidad estaba escondida bajo el manto de nuestra carne.

(f) Para que no podamos tener pleno conocimiento de él en esta vida.

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