Y os acercasteis y os detuvisteis debajo del monte; y el monte (i) ardió con fuego en medio del cielo, con tinieblas, nubes y densa oscuridad.

(i) La ley fue dada con terribles milagros, para declarar tanto que Dios era el autor de ella, como también que ninguna carne podía soportar el rigor de la misma.

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